Si recordáis al principio del verano os mostré un post relativo a cómo mantener ordenadas vuestras telas, y para que veáis que he hecho mis deberes, os muestro ahora como han quedado de ordenadas y organizadas.
Os aseguro que ha sido más trabajo del que pensaba. No sabía que tenía tantas telas hasta que no he tenido que plancharlas y meterlas en cajas. Pero lo cierto es que pese al trabajo, estoy contenta y he quedado muy satisfecha con el resultado.
Os aseguro que ha sido más trabajo del que pensaba. No sabía que tenía tantas telas hasta que no he tenido que plancharlas y meterlas en cajas. Pero lo cierto es que pese al trabajo, estoy contenta y he quedado muy satisfecha con el resultado.
Ahora lo tengo todo a la mano y encuentro las cosas a la primera. Lo que para mí es un lujo porque odio rebuscar en los cajones sin encontrar lo que necesito. Me pone de los nervios. Pero no me extiendo más y os voy explicando con las fotos.
En primer lugar clasifiqué mis telas de modo exhaustivo por colores. Aquí tenéis la primera caja, en ella guardo las telas en color rosa y fucsia. Como se puede ver en la foto las telas están ordenadas también por tamaños. Las más pequeñas son tiras de unos diez cm de ancho o bien restos muy pequeños de tela. La mayoría miden 25 cm de ancho. Las telas más grandes de 1 m están en el fondo de las caja.
Ahora le toca el turno a los azules. Tengo un montón de telas de este color. Se nota que es mi color favorito.
En la siguiente caja tengo las telas de color morado y malva. También tengo bastantes porque es un color que me encanta aunque cuesta más localizar telas en este color.
A continuación viene la caja de los amarillos y los naranjas. Como podéis ver por la foto a un lado he puesto las amarillas y en el otro las naranjas.
El siguiente color es el verde. Siempre me sorprende lo extensa que puede llegar a ser la gama de los verdes; verde agua, verde esmeralda, verde pistacho, verde botella, verde musgo ...
Ahora le toca el turno a la caja de los rojos y granates.
A continuación viene la caja de los tonos marrones, ocres y beige. También guardo en esta caja las telas base para las colchas de patchwork y una tela de lino grueso que he comprado hace poco. Todavía no sé que haré con ella pero me gusta mucho su color y su textura.
Y por fin llegamos a la caja de los tonos grises y negros. Como no tenía demasiadas telas en esos dos colores, he aprovechado el espacio libre de la caja para guardar las telas especiales como son las de Navidad o las telas japonesas.
Y con esta última caja termino el recorrido por mi armario de las telas. Espero que os haya gustado el post y nos vemos en la próxima entrada. Hasta pronto.
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