jueves, 25 de junio de 2015

Trucos de costura: marcador de bies

En este post os presento un nuevo truco de costura. Hoy quiero hablaros y explicaros qué es y para qué se utiliza el marcador de bies. Hace poco que me compré un marcador de bies y estoy encantada con este pequeño artilugio, que facilita mucho el trabajo a la hora de cortar tiras al bies. 

En las fotos siguientes fotos podéis ver el aspecto que tiene. Los fabrican en distintos tamaños dependiendo del ancho de bies que se quiera obtener. 




Para que os hagáis una idea de los tamaños que existen, os transcribo la tabla de medidas que aparece en las instrucciones del mío. Menos mal que el procedimiento de uso del marcador no es muy complicado porque las instrucciones vienen en todos los idiomas menos en español.

Tira de tela                Bies

13 mm                       6 mm
25 mm                      12 mm
36 mm                      18 mm
48 mm                      25 mm  
96 mm                      50 mm

El mío tiene un tamaño medio y me ha resultado muy útil no sólo para hacer tiras al bies, sino además para hacer los lacitos de cierre de las bolsas de semillas, que ya os mostré en un post anterior. 

Para que os hagáis una idea más exacta os he preparado un mini-tutorial.

En primer lugar, corté las tiras de tela de unos 3 cm de ancho con la tela al hilo (lo habitual es hacerlo con la tela al bies).



A continuación hay que introducir la tira dentro del marcador como se ve en la foto y empujar con el dedo. A veces la tira se engancha un poco pero es cuestión de volver a intentarlo.



Cuando el extremo de la tela asoma por la parte más estrecha del marcador tiramos suavemente de la tela, como se puede ver en la imagen que sigue.


Ahora con la plancha caliente vamos planchando despacio a medida que deslizamos hacia atrás el marcador.






Hay que mover despacio el marcador y mantenerlo lo más cerca posible de la plancha, para que la tela no se abra demasiado y el bies no quede más ancho de lo normal. Cuanto más regular sea el movimiento de deslizado, más recta y homogénea queda la tira de bies.



En la imagen superior podéis ver el acabado final de la tira. Queda muy profesional y además resulta cómodo y fácil de hacer.






Por último doblé las tiras por la mitad, las sujeté con alfileres para pasarlas por la máquina y ya tuve listos mis lacitos.


Espero que esta entrada os sea de utilidad. No dudéis en preguntar o comentar cualquier duda que os surja. Hasta pronto y nos vemos en el próximo post.



                 




lunes, 22 de junio de 2015

Camino de mesa con telas de Ikea

Una vez más os traigo un nuevo ejemplo de cómo podemos reutilizar y aprovechar las telas, dándoles una nueva oportunidad. El camino de mesa que os muestro a continuación lo confeccioné aprovechando unos restos de loneta que había comprado en Ikea.



Cuando me mudé a mi casa, mis hijos eran muy pequeños y los cojines del salón pasaban más tiempo en el suelo que puestos en su lugar. Por ese motivo, compré dos telas de loneta en el Ikea, coordinadas entre sí, para confeccionar con ellas dos juegos idénticos de cojines; de ese modo, si los niños manchaban alguno siempre podía reponer la funda rápidamente.



De aquellos cojines con los que aprendí a poner cremalleras, con mucho esfuerzo,  me sobraron algunos trozos que guardé. Más tarde tuve la idea de hacer un camino de mesa para la mesa de mi comedor. Se trata de una mesa redonda, que puede hacerse extensible, por lo que en el centro tiene una junta o ranura, no demasiado estética y que no sabía muy bien como tapar. Se me ocurrió la idea de hacer un camino de mesa para ocultarla. Saqué entonces del baúl de los recuerdos mis lonetas y con imaginación e ingenio hice el camino de mesa, que ahora os muestro.


He de decir que como la tela era un resto y no tenía demasiada, las dos caras del camino son diferentes. Es por tanto un camino de mesa con cara A y cara B, lo cual tiene su ventajas. Si te cansas de un lado siempre le puedes dar la vuelta y ver el otro.

Lo cierto es estoy muy contenta con el resultado, así como con el hecho de haber podido aprovechar estos restos de tela sobrantes. Espero que el camino de mesa os haya gustado y que la idea os sirva para aprovechar algún resto de tejido que tengáis aparcado. No dudéis en comentar y gracias por vuestras visitas. Nos vemos en el siguiente post.


viernes, 19 de junio de 2015

Trucos de costura: costura francesa

El post que os presento esta semana tiene un carácter más técnico, de ahí el título "truco de costura". Son varios los post que he publicado bajo este título  para que la costura en general y el patchwork en particular os sea más sencillo, y podáis conseguir mejores acabados.  Además por las visitas que hacéis a este tipo de entradas veo que en general os interesan estos temas.



Hoy quiero  hablaros de la costura francesa. Supongo que para muchas el término debe ser nuevo. En mi caso este término me era familiar puesto que mi madre es modista y a menudo la he oído emplearlo, aunque sin saber exactamente en que consistía este tipo de costura.

Hace poco descubrí que el modo en que yo hacía las costuras francesas no era el adecuado y he querido compartir este descubrimiento con vosotras, para lo cual os he preparado un "mini-tutorial".

Si hacéis memoria en una entrada anterior os presenté un bolsita térmica rellena con semillas de lino. Para hacerla seguí un tutorial de internet al que le hice varias modificaciones. La costura francesa fue una de ellas.


Este tipo de costura se caracteriza por ser muy resistente ya que la costura lleva dos pespuntes en vez de uno y además deja el interior de la prenda totalmente pulcro sin que sea necesario sobrehilar, remallar o colocar un forro, por ese motivo antiguamente la ropa interior de las mujeres: las enaguas, las camisas interiores, los camisones ... se hacían con este tipo de costura.  El único inconveniente es que se necesita un poco más de tela en las uniones. 



Vamos con el mini tutorial. Normalmente para hacer una costura colocamos los derechos de las telas y cosemos por el revés. En el caso de la costura francesa se hace justo al revés. Se unen el revés de las telas y se cose por el derecho, como podéis ver en las fotos.




A continuación cortamos la tela sobrante con cuidado de no cortar también el pespunte que acabamos de pasar. La idea es que la costura quede con la menor tela sobrante, puesto que hay que hacer una segunda costura.



Le damos a hora la vuelta a la tela para poder coser el segundo pespunte por el revés de la tela, como se hace normalmente.


Planchamos para que la tela tome buen asiento y sea más fácil hacer el segundo pespunte.


Sujetamos con alfileres para que no se deslice la tela al coser.


Cosemos ahora por el revés, lo más próximo a la primera costura pero dejándola oculta para que al volver la tela queda tapada y no se note.


En las fotos podéis ver como queda el revés de la costura francesa. El acabado es tan limpio y pulcro como el exterior de la tela.


No me diréis que el acabado no es perfecto. La costura ha quedado tan pulcra como el exterior y sin necesidad de remallar ni rematar con puntada en zig-zag.

Detalle del interior de la bolsita térmica
Detalle del exterior de la bolsita térmica
Detalle del exterior
Si os fijáis bien en las fotos superiores es bastante difícil diferenciar el interior y el exterior de la prenda porque son prácticamente iguales. Este acabado tan limpio me encanta y espero emplear más a partir de ahora este tipo de costura.

Espero que os haya gustado este nuevo "truco de costura" y que no dudéis en usarlo ahora que ya sabéis como se hace. Gracias una vez más por vuestros comentarios y visitas. Nos vemos en el próximo post. Hasta pronto.

miércoles, 17 de junio de 2015

Bolsa térmica de semillas

La idea que os presento esta semana es una práctica y coqueta bolsita térmica de semillas, con funda para poder lavarla cuando sea necesario. Después de probarla estoy entusiasmada, no pensaba que las semillas pudieran transmitir tanto calor durante tanto tiempo, y la verdad es que me está siendo de mucha utilidad para tratar las molestias de una vieja lesión.




Las dimensiones de la bolsita son de unos 29 por 18 cm más o menos para que os hagáis una idea del  tamaño real. Está rellena de semillas de lino. En el tutorial que consulté en internet, al que le he hecho algunas modificaciones, recomendaban rellenarla con granos de trigo o de espelta. Pero no fui capaz de localizar ni lo uno ni lo otro por lo que al final la rellené con granos de lino en "plan experimental". El lino lo compré en el Mercadona, lo venden en bolsitas de 200 grs y es muy económico. Para rellenar el saquito interior necesité dos bolsitas.




La bolsita térmica de semillas se compone de un saquito interior donde van alojadas las semillas con un pespunte central, que ayuda a estabilizar el peso del saco, dándole un mejor apoyo, además de una funda exterior que se ata con dos simpáticos lacitos que impiden que el saquito interior salga. Si por el uso la bolsa se ensucia basta con deshacer los lazos retirar el contenido y lavarla tranquilamente, ya  que el saco no se puede mojar porque echaría a perder las semillas.



¿Cómo funciona? Muy sencillo se mete la bolsita dentro del microondas y se programa uno o dos minutos a máxima potencia, nunca más porque con dos minutos quema una barbaridad. Cuidado con quemarse.

La verdad es que estoy muy contenta con mi bolsita, que ha sido un auténtico éxito familiar. Ya me han encargado varias y preveo que va a convertirse en el regalo estrella de las próximas Navidades. De hecho he tenido que hacer ya varias que me han encargado. Os muestro las fotos a continuación.




En esta bolsita me he decantado por un alegre estampado de flores con un suave tono naranja para el fondo.


En cambio en esta otra bolsita he reciclado un pequeño retal de tela con unas brillantes y marineras rayas. Las posibilidades son infinitas. El secreto está en elegir una tela de algodón que no sea gruesa y con un tacto suave, que sea agradable estar en contacto con ella.


Espero que os haya gustado este nuevo proyecto. No dudéis en consultar y preguntar vuestras dudas. Una vez más gracias por vuestras visitas y nos vemos en el próximo post. Hasta pronto.

miércoles, 10 de junio de 2015

Bolso hippie chic

El trabajo de esta semana es fruto de una idea que llevaba tiempo rondándome por la cabeza. Una idea almacenada en mi cabeza como otras muchas que por falta de tiempo no he podido plasmar. Algunas veces esas ideas o proyectos logro realizarlos según mis deseos. Otras veces la cosa no sale también, en cualquier caso siempre aprendo algo porque de los errores también se aprende.



Quería hacerme un bolso con un estilo un tanto hippie con mucho colorido y un toque de originalidad, para poder llevarlo con los vaqueros en esos días donde apetece ir vestida de modo algo más informal.





Para confeccionar el bolso utilicé un muestrario de telas de tapicería con un montón de tonos distintos. En otra entrada anterior titulada "El bolso de los recuerdos" ya os hablé de estos muestrarios, de cómo mi padre los rescató para mí y me los regaló. De nuevo podéis ver que el reciclaje de telas es una constante en mis trabajos.

Al montar la parte delantera del bolso me he dejé llevar por la secuencia de colores del muestrario. Me parecía muy bonita y no quería alterarla, sólo he modificado la posición de la gama de los rojos haciendo que ocuparan el centro del bolso. Probé con distintas disposiciones y ésta fue la que me pareció que funcionaba mejor.



Para confeccionar las asas y la parte trasera del bolso utilicé una tela lisa en un color beis muy clarito, que le aporta la sencillez necesaria para que el bolso no resulte excesivamente barroco.



Tanto las asas como el interior del bolso están forradas con una tela de algodón en color caldera, que casa muy bien con los tonos de las telas exteriores. También lo he reforzado con guata fina de algodón para darle más cuerpo.




Para hacer el bolso más práctico le puse en el interior un gran bolsillo que viene muy bien para guardar y tener a manos las llaves o la cartera.



Para decorarlo empleé unos botones forrados, con tela de franela, que me regaló hace algún tiempo una compañera de trabajo. Llevo guardando estos botones desde hace varios años y me han venido como anillo al dedo en este proyecto. Le conceden al bolso el toque de originalidad que iba buscando.

A esta compañera debo agradecerle no sólo este regalo, si no otro más importante. Su tiempo y su paciencia a la hora de explicarme y transmitirme su saber y su experiencia, acumulados a lo largo del tiempo y de los años trabajados en un taller de costura. 

Todavía recuerdo como me aconsejó y orientó la primera vez que monté  un "Sendero del borracho", ¡qué trabajo me costó! Estuve a punto de abandonar el patchwork para siempre. Desde aquella primera vez y durante el tiempo que estuvimos trabajando juntas siempre que necesité un consejo o una orientación en mis trabajos, conté con su ayuda y con su aliento, por lo que siempre le estaré agradecida.

Gracias Carmina.

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Bolso de los Recuerdos

martes, 9 de junio de 2015

Bolso acolchado

En esta entrada os presento un nuevo trabajo. Se trata de un pequeño bolsito acolchado con mucho colorido. Lleva tiempo con el gusanillo de hacer un bolso acolchado y además redondo. Como podéis ver en la foto elegí una tela con unos bonitos y brillantes tonos malva, para el exterior del bolso.




Para el interior elegí una tela lisa en color verde lima muy brillante, casi flúor, que contrasta con la tela exterior.  


En la imagen anterior podéis ver con más detalladamente el interior del bolsito y el remate fruncido del cierre.



El bolso se cierra con dos cordones de seda en tono gris plata. Las puntas de los cordones están rematadas con hilo en color rosa, del mismo tono que las flores del estampado, de este modo conseguimos evitar que el cordón se deshilache.




Todavía no he decidido el uso del bolsito, pero estoy barajando la posibilidad de utilizarlo para guardar los algodones que empleo cuando me desmaquillo y que no sé donde meter aunque no lo tengo decidido del todo.

Espero que os haya gustado este nuevo trabajo y que me comentéis lo que os ha parecido. Gracias por vuestras visitas y nos vemos en la próxima entrada.





viernes, 5 de junio de 2015

Tutorial: cómo reciclar una camiseta infantil

Los niños a menudo se encariñan con una determinada camiseta, les encanta el dibujo que lleva estampado porque representa a su personaje de dibujos favorito. Siempre quieren ponerse la misma y en cuanto ésta regresa limpia al cajón vuelven a colocársela como si sólo existiese para ellos esa prenda. Da igual que en el cajón existan otras muchas camisetas esperando su turno de ser utilizadas.



Si la camiseta en cuestión logra sobrevivir a los lavados sucesivos como consecuencia de este exceso de cariño infantil, al cabo de una o  dos temporadas terminamos por desechar la prenda en cuestión, ya que es un hecho constatado que los niños crecen pero no así su ropa.

En el caso de mi hijo, hará tres veranos le regalaron una camiseta de Shin Chan azul marino, una o dos tallas más grande que la suya. Fue amor a primera vista. Le encantaba la prenda y se la ponía siempre que tenía ocasión aunque le estaba bastante grande. Durante dos veranos se la ha estado poniendo sin descanso pero este año ha sido imposible que pudiera seguir usándola. Se le ha quedado muy pequeña.



Me daba pena deshacerme de la camiseta por el cariño que el niño le tiene, así que se me ocurrió la idea de hacer que la camiseta "creciera con él". ¿Cómo os preguntaréis? Si la pregunta os ha intrigado seguid leyendo porque os he preparado un pequeño tutorial para explicarlo.


En primer lugar compré una camiseta básica de color azul marino, de un color muy similar a la vieja camiseta de Shin Chan. A continuación lavé la camiseta nueva porque como sabéis el algodón encoge siempre en la primera lavada y no quería sorpresas posteriores.

A continuación y con la ayuda de una regla y un lápiz de tela tracé un cuadrado alrededor de la estampación como se ve en la imagen siguiente:


Con cuidado corté la tela con la ayuda de unas tijeras.


Después doblé la nueva camiseta por la mitad y con la ayuda de la plancha marqué la tela. Primero en vertical y luego en horizontal, para calcular así el centro de la camiseta.




El punto donde se cruzan las dos líneas señala el centro de la camiseta. 


Se repite este mismo proceso o con el trozo cortado de la vieja camiseta para calcular también su centro.


Ahora superpuse la estampación de la vieja camiseta sobre la nueva haciendo coincidir los dos centros.



Se sujeta con alfileres las dos telas con cuidado de que queden bien extendidas, sin  arrugas. Cuidado con traspasar con los alfileres la trasera de la nueva camiseta.


Para coser este género de punto os recomiendo que compréis en la mercería una aguja especial para tejidos de punto o de licra. Los tejidos elásticos son bastante difíciles de coser y a menudo el hilo se anuda, se rompe o hace marras.




Además utilizad la "puntada elástica" si vuestra máquina dispone de esta opción. De todos modos probad primero en un trocito de tela aparte para regular la puntada antes de coser la camiseta.


Se cose todo el contorno de la estampación fijándola a la nueva camiseta.


Ahora con la ayuda de la plancha traté de enrollar los bordes de la estampación, para darle un aspecto más desenfadad. Ya tenemos terminada nuestra camiseta.



Espero que os haya gustado este nuevo ejemplo de reciclaje. Resulta sencillo y barato. La nueva camiseta no costó más de tres euros y mi hijo podrá seguir disfrutando de su camiseta preferida al menos un verano más. Animaos y hacer "hacer crecer vuestras propias camisetas". Nos vemos en la próxima entrada.