Desde hace aproximadamente dos años en el colegio de mis hijos es obligatorio, en la asignatura de Educación Física, llevar una camiseta de repuesto y una pequeña bolsa de aseo. El problema surge cuando intentas guardarlo todo en la mochila, la camiseta termina perdida entre el libro de conocimiento del medio y los problemas de matemáticas, y si optas por meter la camiseta dentro de la bolsa de aseo, te das cuenta de que es misión imposible, a no ser que la dobles como un siete, con lo cual el tiempo que has empleado en su planchado, se convierte en tiempo perdido.
Y un buen día, se me ocurrió la idea de hacer mi propia bolsa, con unas dimensiones que me permitieran guardar la camiseta y las cosas de aseo, todo junto y con comodidad. Al fin y al cabo, hacer una bolsa de aseo es lo mismo que hacer un cojín, así que me puse manos a la obra, busqué telas de tapicería, que tienen más cuerpo, y con un poco de entretela hice las bolsas que os muestro. Las aplicaciones están bordadas a mano con punta de festón, al igual que las estrellitas. Lo demás es sólo un poco de imaginación.