Los niños a menudo se encariñan con una determinada camiseta, les encanta el dibujo que lleva estampado porque representa a su personaje de dibujos favorito. Siempre quieren ponerse la misma y en cuanto ésta regresa limpia al cajón vuelven a colocársela como si sólo existiese para ellos esa prenda. Da igual que en el cajón existan otras muchas camisetas esperando su turno de ser utilizadas.
Si la camiseta en cuestión logra sobrevivir a los lavados sucesivos como consecuencia de este exceso de cariño infantil, al cabo de una o dos temporadas terminamos por desechar la prenda en cuestión, ya que es un hecho constatado que los niños crecen pero no así su ropa.
En el caso de mi hijo, hará tres veranos le regalaron una camiseta de Shin Chan azul marino, una o dos tallas más grande que la suya. Fue amor a primera vista. Le encantaba la prenda y se la ponía siempre que tenía ocasión aunque le estaba bastante grande. Durante dos veranos se la ha estado poniendo sin descanso pero este año ha sido imposible que pudiera seguir usándola. Se le ha quedado muy pequeña.
Me daba pena deshacerme de la camiseta por el cariño que el niño le tiene, así que se me ocurrió la idea de hacer que la camiseta "creciera con él". ¿Cómo os preguntaréis? Si la pregunta os ha intrigado seguid leyendo porque os he preparado un pequeño tutorial para explicarlo.
En primer lugar compré una camiseta básica de color azul marino, de un color muy similar a la vieja camiseta de Shin Chan. A continuación lavé la camiseta nueva porque como sabéis el algodón encoge siempre en la primera lavada y no quería sorpresas posteriores.
A continuación y con la ayuda de una regla y un lápiz de tela tracé un cuadrado alrededor de la estampación como se ve en la imagen siguiente:
Con cuidado corté la tela con la ayuda de unas tijeras.
Después doblé la nueva camiseta por la mitad y con la ayuda de la plancha marqué la tela. Primero en vertical y luego en horizontal, para calcular así el centro de la camiseta.
El punto donde se cruzan las dos líneas señala el centro de la camiseta.
Se repite este mismo proceso o con el trozo cortado de la vieja camiseta para calcular también su centro.
Ahora superpuse la estampación de la vieja camiseta sobre la nueva haciendo coincidir los dos centros.
Se sujeta con alfileres las dos telas con cuidado de que queden bien extendidas, sin arrugas. Cuidado con traspasar con los alfileres la trasera de la nueva camiseta.
Para coser este género de punto os recomiendo que compréis en la mercería una aguja especial para tejidos de punto o de licra. Los tejidos elásticos son bastante difíciles de coser y a menudo el hilo se anuda, se rompe o hace marras.
Además utilizad la "puntada elástica" si vuestra máquina dispone de esta opción. De todos modos probad primero en un trocito de tela aparte para regular la puntada antes de coser la camiseta.
Se cose todo el contorno de la estampación fijándola a la nueva camiseta.
Ahora con la ayuda de la plancha traté de enrollar los bordes de la estampación, para darle un aspecto más desenfadad. Ya tenemos terminada nuestra camiseta.
Espero que os haya gustado este nuevo ejemplo de reciclaje. Resulta sencillo y barato. La nueva camiseta no costó más de tres euros y mi hijo podrá seguir disfrutando de su camiseta preferida al menos un verano más. Animaos y hacer "hacer crecer vuestras propias camisetas". Nos vemos en la próxima entrada.
Muy buena idea y estupendo el tutorial.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir.
Besitos.
Me alegra que te haya gustado la idea de reciclaje y de que haya quedado claro el tutorial. Gracias a tí por comentar. Besitos.
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