El verano ya está aquí y aunque suene a tópico, en estos días apetece disfrutar del aire libre, del fresco de la noche y del olor de los jazmines en flor. Si dispones de un espacio exterior por muy pequeño que sea, no dudes en ponerlo bonito para poder disfrutar de las noches de verano.
En mi caso dispongo de un pequeño patio, no es muy grande, pero me permite disfrutar cuando el tiempo lo permite, del aire libre. El año pasado por desgracia y debido a una monumental granizada tuve que declararlo zona catastrófica, las plantas quedaron destrozadas y los muebles estropeados. Poco a poco hemos ido arreglando los desperfectos, reponiendo plantas y arreglando los muebles, sin embargo, sentía que le faltaba chispa, color y vida.
¿Cómo conseguir cambiar el aspecto de mi pequeño patio por poco dinero? Después de darle muchas vueltas y mirar una infinidad de fotos en internet sobre decoración de jardines, terrazas y patios; se me ocurrió renovar las fundas de mis viejos cojines, que compré hace un montón de tiempo en Ikea, con una nueva tela. Después decidí no quedarme ahí y darle más color a la mesa, que es bastante recta y sencilla, con un camino de mesa.
Como me apetecía darle color y no quería gastarme mucho dinero en la tela, puesto que va a estar en el exterior y muy probablemente se deteriore en poco tiempo, me decanté por las telas de Ikea, que cumplen perfectamente con lo que iba buscando: color, diseño moderno, calidad y sobre todo, un buen precio.
El estampado que iba buscando no es el que al final compré, por una razón muy simple, no estaba disponible en tienda. Así que decidí ser flexible y seguir el plan B. Una vez comprada la tela, que no costó más de diez euros; me puse manos a la obra para poder renovar mi pequeño patio.
No sé que os parecerá a vosotras pero yo estoy encantada con el resultado. Me parece precioso como ha quedado el espacio. Es increíble como algo tan sencillo como una simple tela en unos cojines haya podido cambiar tanto el aspecto de un espacio. Ahora parece vestido y mucho más acogedor. Estoy encantada con el resultado. Espero que a vosotras también os guste y que os sirva de inspiración.
Ya sabéis si seguís este blog que me encanta reciclar, pues en este caso, no sólo he reciclado los cojines sino también el centro que he puesto en la mesa del patio. Se trata de unas simples botellas de agua; la gris me la trajo mi marido hace mucho tiempo, porque sabe que soy una enamorada de las botellas de cristal, no recuerdo la marca; la azul es una botella de agua de "Solán de Cabras", cuyo color azul cobalto me gusta mucho; y la roja, en realidad es un candelabro de cristal que compré para un experimento decorativo que no me quedó demasiado bien.
Ahora sólo queda que el tiempo mejore, que deje de hacer tanto calor para que pueda disfrutar de mi nuevo patio. Estoy preparando un pequeño tutorial para explicarlos cómo hacer las fundas y el camino de mesa. Hasta pronto y no nos vemos en el próximo post.
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