En esta entrada os muestro unas simpáticas bolsitas para llevar la merienda de los niños al colegio, al parque o a la playa. El color naranja resulta muy llamativo y adecuado para el verano, o al menos yo lo asocio a esta estación.
Las dos bolsas que os muestro están hechas con restos de telas de algodón cien por cien y decoradas con puntas de festón hechas en este caso a máquina, por ser más resistentes a los lavados.
Los motivos decorativos que he usado son sencillos, un corazón y la silueta de un osito. No son nada complicadas de hacer y quedan preciosas. Así que os animo a que os hagáis unas cuantas, cualquier pequeño trozo de tela os puede servir.
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