martes, 30 de abril de 2019

Los bloques continúan

¡Hola a todos! Es martes y como ya sabéis hoy toca publicar entrada en este blog. El post de esta semana he pensado dedicarlo de nuevo al tema de los bloques, patchwork en estado puro. Sin más preámbulos comienzo con el post, que luego me alargo hasta el infinito y más allá.

El primero de los bloques que os muestro es muy conocido, creo que muchas lo hemos hecho en nuestros inicios. Es conocido por varios nombre "Dutchman puzle" o "Puzle del holandés"; el siguiente es de lo más original, os va a gustar "Catch me if you can" o "Atrápame si puedes", también se conoce como "Winding Blades" o "Aspas serpenteantes" y por último  "Fast forward" o "Avance rápido".


El siguiente lleva un nombre muy descriptivo pero muy soso, "Square and diamond" o "Cuadrado dentro de un cuadrado". Como veis la vida es muy injusta, unos tanto y otros tan poco.


El siguiente tampoco se salva, lleva por nombre "Pinwheel " o molinete, lo cual me resulta muy injusto porque me parece un nombre muy corriente para este bloque tan original y "complicadillo". Se hubiera merecido otro más lucido, pero el mundo del patchwork es así.


El bloque que a continuación os muestro se conoce como "Four square" o "Cuatro esquinas" y es un bloque de los que yo considero "engañosos" porque a primera vista su diseño no parece complicado, pero cuando te pones a unir piezas te das cuenta en seguida de que de sencillo sólo tiene el nombre, aunque éste no está mal del todo. No sé que os parecerá a vosotros pero a mi me encanta.



Por último llegamos a otra versión de un bloque muy conocido, del cual ya os hablé ampliamente en la última entrada dedicada a este tema así que no me repito, que no es cuestión de aburrir al personal. 


No puedo creer que haya conseguido ser razonablemente breve porque con este tipo de post nunca lo consigo. Debe ser que estoy "echando talento" como solía decir una tía mía. En fin, espero que la entrada os haya resultado entretenida. Gracias una vez más por vuestras visitas y por vuestros comentarios, y como siempre os digo nos vemos en el próximo post. Feliz semana a todos.

martes, 23 de abril de 2019

En clave de malva: el desenlace

¡Hola a todos! Un nuevo martes, un nuevo post. Por fin llegamos la última entrada de esta trilogía que he venido en llamar "En clave de malva" y os presento la última de las bolsas de compra que he hecho como regalo para amigos y familiares usando telas con esta tonalidad.


Si os fijáis en las fotos y hacéis un poquito de memoria, la bolsa de esta semana es muy parecida a la que os mostré en la primera entrada de esta trilogía, ya que las telas empleadas son las mismas, al igual que la técnica. Sin embargo, y a pesar de todo el resultado es distinto, y eso es lo maravilloso de crazypatch y por lo que me gusta tanto.



Sin embargo, en este caso me apetecía darle un toque distinto y romper con tanto malva, por eso le coloqué unos trocitos de piconela en color verde agua. No me digáis que no quedan bonitos, le dan una nota discordante muy alegre. A mí me encanta.


Y ahora por fin ha llegado el momento que os confiese después de tanto tiempo el motivo por el que mi alias en este blog sea Piconela. La razón es la siguiente, cuando comencé en a tomar clases de patchwork no andaba muy ducha con el uso de la máquina de coser. Entonces descubrí que las "piconelas" eran muy sencillas de coser y sobre todo perfectas para disimular pespuntes torcidos, así que se las ponía a todo. Incluso recuerdo que un día mi profesora me preguntó por qué ponía tantas. Después, cuando comencé con el blog recordando esta anécdota y mi amor a las piconelas decidí que ese sería mi nombre.

Y con esto llegamos al momento de la despedida. Espero que el post os haya gustado y que os sirva de inspiración en vuestros trabajos. Como siempre os digo hasta pronto y nos vemos en la próxima entrada. Feliz semana a todos.

martes, 16 de abril de 2019

En clave de malva: segunda parte

¡Hola a todos! De nuevo es martes y tal como os prometí la semana pasada en el anterior post, hoy os muestro la segunda de las bolsas de esta trilogía que he titulado "En clave de malva", ya sabéis lo que dice el refrán que "lo prometido es deuda", así que aquí os traigo lo prometido.


La bolsa que hoy os muestro no es mi preferida, eso ya lo sabéis porque os lo anticipé la semana pasada sin embargo he de deciros que sin duda es la más original de las tres. Su originalidad radica no tanto en las telas sino más bien en las cintas decorativas que usé para adornarla, y es que me encontré con el problema de que la tela malva era muy oscura, a pesar de haberla contrastado con otra tela  más clara en color beige, el resultado me parecía muy apagado.


Pensando en como podría salir del "jardín en que me había metido" me acordé de unas cintas decorativas que compré hace mil años y que prácticamente no había usado. Probé a colocar una de ellas sobre una costura y el efecto me gustó tanto que las saqué todas y comencé a coserlas como una  posesa.


Con cada cinta que colocaba el resultado me gustaba más, hasta que terminé por coserlas todas. Ni los trocitos más pequeños pudieron salvarse de mi ansia, como muy bien puede verse en la foto que sigue, terminaron adornando una de las asas, no me digáis que no ha quedado bonito y original el resultado.


He de confesaros que con todo este trajín de colocar las cintas me lo pasé muy bien, fue un momento divertido y sobre todo muy creativo. Solo espero que la persona a la que se la regale  sepa apreciar su originalidad. 


Y con estoy voy terminando el post, espero que os haya gustado y no me faltéis la semana que viene, ya sabéis que os espera el desenlace de esta trilogía. Esta última frase me ha sonado un tanto sospechosa, comienzo a sonar como una telenovela. Bueno, lo dicho hasta pronto y nos vemos la semana que viene en el próximo post. Feliz semana a todos.

martes, 9 de abril de 2019

En clave de malva: primera parte

¡Hola a todos! Hace ya algunos meses os mostré unas bolsas de tela que hice para  llevar en el bolso y poder usar cuando vas de compras. Me encanta el momento en que llego a la caja a pagar y el cajero o cajera me pregunta ¿quiere una bolsa? y yo tan chula, les digo, no, que traigo la mía, y entonces viene el momento apoteósico en que la despliego ante mi público, es decir, el cajero/a porque los otros clientes de la cola he observado que no muestran mucho interés, será porque llevan prisa. Si estoy  en un día de "presumido subido"  además añado y me la he hecho yo misma, y resulta el "no va más"; ya llevo varias cajeras "boquiabiertas" y "ojipláticas" en mi haber. Los cajeros parecen  ser que son inmunes al encanto de las bolsas.



Bromas aparte, lo cierto es que después de llevar varios meses usando estas bolsas a diario, he de confesaros que son de lo más prácticas, tienen bastante capacidad y aguanten un montón de peso. Por eso pensé que sería una buena idea hacer varias de ellas como regalo para la familia y las amistades.


El problema es que cuando repito varias veces el mismo proyecto, la cosa deja de ser divertida y se convierte en un trabajo. No sé si a vosotros os pasará algo parecido, por eso decidí experimentar con varias telas que tenía en diversas tonalidades de  malva y de esa experimentación han surgido estas tres bolsas, que aunque son similares en cuanto a colores y telas, en cada una de ellas he recurrido a un motivo decorativo diferente. Hoy os muestro la primera de esta serie de tres, que espero que os gusten. 


Como se puede ver en las fotos para hacer la primera bolsa he combinado distintos retazos de tela usando para ello la técnica de "crazy-patchwork". Es una técnica que me encanta porque te permite liberar la mente de tensiones y ser completamente creativa. Los resultados siempre son maravillosos y sorprendentes. Así que ya sabéis si tenéis "comecomes de cabeza" y os gusta coser el crazy-patchwork es lo mejor. Además tiene el plus de que puedes aprovechar los retales sobrantes. No se le puede pedir más.


En este caso la combinación de colores me gustó tanto que decidí no tentar a la suerte y no añadir nada más, no fuera a ser que estropeara al final "el pastel". No sé que os parecerá a vosotros pero a mí me gusta mucho y os anticipo que es mi preferida. 



Acabo de darme cuenta de que ya he escrito otro testamento de los míos, así que me despido. Espero que os haya gustado esta entrada y que hayáis pasado un rato divertido con su lectura, si he conseguido arrancaros aunque sea una simple sonrisa me doy por satisfecha. No os olvidéis que la semana que viene os muestro la segunda bolsa. No os la perdáis para que luego me podáis dar vuestras opiniones. Hasta pronto y nos vemos en el próximo post. Feliz semana.

martes, 2 de abril de 2019

Vamos de viaje: bolsa para zapatos

¡Hola a todos! Un nuevo martes ha llegado y la semana acaba de comenzar. El tiempo parece volar y la Semana Santa está a la vuelta de la esquina.



Las vacaciones se aproximan y de nuevo muchos de nosotros volveremos a sacar nuestras maletas dispuestos a viajar durante estos días. Ya sabéis lo que esto supone, poner patas arriba el armario buscando la ropa que has de llevar, dudando siempre sobre si es suficiente o si te has pasado tres pueblos; pensando si sería bueno echar una chaqueta por si alguna noche refresca aunque llegados a este punto tu maleta está a punto de reventar y no tienes ni la más remota idea de donde vas a llevártela, pero sin duda lo peor es guardar los zapatos porque nunca sabes donde vas a ponerlos. 


Si los metes en la maleta porque no te queda otro espacio entonces te encuentras con el problema de que no puedes guardarlos junto a la ropa sin envolverlos con algo, porque lógicamente si no lo haces la ropa terminará manchada. Si por el contrario los guardas en otro bolso terminas con otro bulto que transportar y tu equipaje se convierte en algo parecido a un safari.



Por ese motivo, este tipo de bolsa resulta tan práctica y en vista de los buenos resultados que nos han dado a toda la familia, he decidido hacer otra nueva versión de este "gran clásico" de este blog.

En este caso he escogido para el exterior una tela muy bonita que imita un falso patchwork. El tono pastel de la tela y su diseño floral me parecen preciosos y me gusta mucho su aire retro y romántico.


Para el interior he usado una tela en tono rosa pálido, completamente lisa para que no compitiera con la tela del exterior, que es muy llamativa. De nuevo y como ya os he señalado en otros post, he rematado las costuras interiores con un bies hecho de la misma tela exterior.


El resultado como podéis ver en las fotos, es fantástico y me he hecho una auténtica fanática de este tipo de remate, que resulta perfecto y una vez que le has cogido el aire es bastante fácil de realizar.

Espero que el post os haya gustado y no os entretengo más, por si alguno anda ya metido en plena vorágine de preparativos vacacionales. Hasta pronto y nos vemos en la próxima entrada. Gracias por esta ahí.