martes, 26 de noviembre de 2019

Cestillo para el pan

¡Hola a todos! De nuevo es martes y como ya sabéis los que seguís este blog de manera asidua, hoy toca publicar entrada. El trabajo que os muestro esta semana es una alegre y colorida cesta para servir el pan, e impresionar, si os apetece, a vuestros invitados; o también para aquellos días, donde no hay invitados pero a una se le antoja poner muy mona la mesa.


Esta cesta fue un regalo para mi madre, a la que por cierto le gustó mucho el detalle, ya que la hice para que combinara con una bolsa de pan que os mostré hace bastante tiempo y que también le regalé; os dejo el enlace por si os apetece echar un ojo y recordar la bolsa en cuestión.


De nuevo he usado las cerezas como motivo decorativo, aunque en este caso las he recortado con las tijeras y las he aplicado con puntada escondida a la tela roja de la cesta.


En su confección, he empleado una técnica muy sencilla cuyo tutorial ya os mostré en otro post, hace tanto tiempo, que podríamos encuadrarlo en la prehistoria de este blog, aunque es uno de mis tutoriales más consultados y seguidos en Pinterest. Os dejo el enlace por si alguno se anima hacer una de estas cestas, que son muy sencillas y rápidas de confeccionar.


También he de contaros que aunque mi idea era hacer una cesta para servir el pan, mi madre no la utiliza como tal, sino que la ha convertido en un servilletero, ya que tiene las dimensiones justas para colocar en su interior un paquete de servilletas de papel. Así que si no necesitáis una cesta para el pan pero os hace falta un servilletero, el tutorial os sirve perfectamente. No os digáis que no es práctico.


Y con esto me voy despidiendo, espero que el post de esta semana os haya resultado útil y que hayáis pasado un rato entretenido. Yo por mi parte he disfrutado mucho escribiendo estas líneas. Muchas gracias por vuestras visitas y comentarios. Hasta pronto y nos vemos en la próxima entrada. Feliz semana a todos.

martes, 19 de noviembre de 2019

Bolsa para el pan en clave de otoño

¡Hola a todos! El post de esta semana tiene un aire muy otoñal, tanto por su colorido como por su temática, porque no me digáis que no hay nada que recuerde más al otoño que las calabazas, aunque quizás las nueces y las castañas, estén por delante, qué pensáis... 


Reflexiones aparte, el trabajo de esta semana me gusta porque me ha permitido continuar practicando con el paper-piecing, ya sabéis como me gusta esta técnica y además me ha dado la oportunidad de reciclar un montón de retales, a los que he podido dar otro uso.



La verdad es que ando un tanto obsesionada por el tema del reciclaje, pero he de confesaros que mi armario se va a caer al suelo con tanta tela y retal, así que ando siempre buscando ideas y técnicas que me permitan darles salida.


En esta ocasión he podido reciclar un montón de telitas que tenía en tonos anaranjados, marrones y ocres principalmente. También he de confesaros que esta bolsa la tengo reservada para hacer un regalo esta Navidad, su destinataria es una fan del color naranja, así que espero que le guste. Hasta entonces os pido el favor de que me guardéis el secreto.  Hasta pronto y nos vemos en la próxima entrada.


martes, 12 de noviembre de 2019

Chal de ganchillo

¡Hola a todos! ¿Cómo os ha ido la semana? A mí bien, no me puedo quejar aunque hoy me he dado cuenta al mirar por la ventana que las hojas de los árboles han comenzado a caer, que las tardes son más cortas y los días más grises, que pronto los fríos del invierno vendrán a visitarnos una vez más.

Lo cierto es que no he podido evitar sentir cierta nostalgia, al comprobar lo lejos que parecen quedar los días del verano, sin embargo y para ser justa no puedo por menos que recordar que el otoño también guarda sus propios tesoros: el dulce sabor de las nueces, el  dorado intenso que cubre las hojas de los árboles antes de caer, el rojo con el que se tiñen las granadas o esa agradable sensación de calor que experimentamos bajo el cobijo de una manta.



De algún modo todos estos recuerdos me han traído a la memoria un antiguo proyecto que hice hace algunos años. Se trata de un chal de ganchillo, como ya sabéis si seguís este blog con regularidad, este tipo de labor no está entre mis especialidades por lo que podemos considerarlo como una rareza.



Está tejido con una preciosa lana en tonos marrones. El degradado de colores es muy bonito y discurre por diversas tonalidades topo salpicadas por pequeñas motas en color marrón chocolate para terminar en un delicado color marfil. También y aunque quizás sea complicado apreciarlo en las fotos, la textura de la lana va variando, lo que le proporciona a la pieza mucha textura.


Además le tengo cariño porque es una de esas prendas con las que te sientes protegida y a salvo los días de frío intenso. Sin contar con el trabajo que me costó poder verlo terminado. Descifrar las instrucciones de las revistas de ganchillo no está entre mis habilidades principales. Me desesperan, es algo que no puedo remediar, pero después de mucho insistir, de hacer y deshacer para volver a empezar conseguí verlo terminado.



Y con esto ha llegado el momento de poner punto y final a este post. Espero que lo hayáis disfrutado, para mí ha sido un placer estar con todos vosotros una semana más. Hasta pronto y como siempre os digo, nos vemos en la próxima entrada. 

martes, 5 de noviembre de 2019

Bolsita de olor: una nueva idea para reciclar.

¡Hola a todos! Espero que la semana os haya ido bien. Yo por mi parte contenta de haber podido sacar un hueco para escribir este post, últimamente con tanta visita al médico a penas si puedo sacar tiempo para dedicarlo al blog y a todos vosotros. Pero no estamos aquí para hablar de cosas tristes sino para compartir nuestra pasión por la costura, el patchwork y las manualidades en general.


Por los comentarios de la semana pasada he visto, que como a mí, os apasiona el tema del reciclaje así que he preparado una especie de mini-tutorial para explicaros como reciclar esas bolsas de tela, que muchas veces nos regalan, con la bisutería sobre todo y que  acumulamos sin saber que hacer con ellas. Con esta idea también podéis reciclar todos esos botones, que con el tiempo se van acumulando en nuestros costureros, esperando su oportunidad para brillar de nuevo.



Yo tenía desde hace algún tiempo esta bolsita, me la dieron con un collar que compré para una boda. Me encantaba el color y la textura de la tela, por eso la guardé, con la idea de hacer algo con ella. Por otro lado, tengo una caja llena de botones. Me apasionan y los encuentro todos bonitos, por eso nunca los tiro. Así que sumando dos más dos, llegué a la idea de decorar la bolsita con botones reciclados.


En primer lugar cogí un puñado de diferentes botones, con distintos tamaños, colores, texturas y materiales. Luego me propuse hacer una combinación que aunque heterogénea resultara armoniosa. Comencé con un botón muy grande forrado con lana, creo que es de una rebeca de invierno, que compré hace un millón de años y que ya no conservo. Ese botón me gusta mucho así que tenía que estar si o si en la combinación final.


Luego fui añadiendo poco a poco botones, poniendo y quitando, como si fuera un juego. La verdad es que me resultó muy divertido y creativo. Cuando conseguí una composición que me gustaba, le hice una foto para recordar exactamente la disposición de los botones y de este modo no equivocarme al coserlos. El resto fue fácil, coser y cantar.


Por último, rellené la bolsita con hojas de laurel, que me regalaron y que yo misma sequé en casa. Por si no lo sabéis, el laurel es un repelente de insectos natural estupendo. No solo le dará buen olor a vuestra ropa sino que además ahuyentará a las polillas de vuestros armarios. 


Y con esto termino, espero que el post os haya gustado y que os sea de utilidad. Un besote enorme y un millón de gracias por vuestros comentarios, y como siempre os digo nos vemos en la siguiente entrada. 


PD: Feliz cambio de armario.