martes, 30 de octubre de 2018

Alfiletero del mes de octubre

¡Hola a todos! Parece que fuera ayer cuando os mostré mi el último alfiletero dedicado al mes de Septiembre, y es que el tiempo parece volar, en menos de un suspiro ya estaremos en la Navidad y con el año terminado. Como bien podéis ver en las fotos, el alfiletero de este mes es un gracioso "cerdito", para el cual me he inspirado una vez más en uno de los fantásticos tutoriales del blog de Alicia's hiding place. Os dejo enlace.


En este caso he de confesaros que no he sido muy fiel al tutorial. En primer lugar, he usado la técnica de "crazy patchwork" para confeccionar el cuerpo del cerdito. Si consultáis el tutorial original os podréis dar cuenta de que Alicia nos explica con todo lujo de detalles otra técnica similar, aunque distinta que se conoce como "paper piecing".


Tampoco he seguido el tutorial a la hora de realizar "el hocico" de este simpático cerdito, que en mi caso está aplicado con "freezer paper", simplemente porque me siento más cómoda con este técnica, aunque ahora que lo pienso quizás hubiese sido mejor emplear la original, ya que al contar con doble capa de tela el hocico hubiera quedado con más volumen. En el resto de los pasos, he intentado ser lo más fiel posible al tutorial.



También quería comentaros el detalle de los ojos y de la colita; los ojitos están hechos con las mismas cuentas de collar que usé para la tortuga. En cuanto al detalle del "rabito", lo he hecho trenzando cola de ratón en tres colores distintos. Espero que haya quedado simpático aunque sin duda de lo que más orgullosa me siento es de las orejas, que por una vez han quedado en su justo sitio.


Y con esto llego al final de esta entrada, que espero haya sido de las cortitas. No os entretengo más. Gracias por vuestra atención, por vuestros comentarios y por vuestras visitas. No me cansaré de decir que sin vosotros este blog no tendría sentido. Hasta pronto y nos vemos en el próximo post. Feliz semana a todos. 
PD: Se me olvidaba decir ¡¡¡¡¡Reto conseguido!!!! 

martes, 23 de octubre de 2018

Quilt de otoño

¡Hola a todos! Espero que la semana os haya ido bien a todos. Yo por mi parte estoy muy contenta de estar con todos vosotros una semana más. A veces resulta muy complicado conseguir el tiempo necesario para preparar y escribir las entradas, aunque que voy a contaros que no sepáis de primera mano.


Pero esta semana estoy encantada por partida doble; primero por haber conseguido concluir el post, como ya os he comentado, y por otro lado, porque por fin puedo mostraros un proyecto que tenía un tanto olvidado.


Si hacéis un poco de memoria, este quilt de tema otoñal, lo comencé hace algún tiempo en las clases de patchwork. Conseguí terminar el top con relativa rapidez a pesar de que todos los motivos ornamentales; flores, hojas, tallos están aplicados con puntada invisible. Sin embargo el acolchado ha sido harina de otro costal. 


Finalmente pude terminarlo como podéis ver en las fotos. Está hecho completamente a mano, lo cual le da un aire absolutamente country. La verdad es que ha quedado muy bonito y estoy encantada con el resultado final. Es la primera vez que acolcho usando una guata de algodón, hasta ahora sólo había acolchado guatas sintéticas, y he decir que estoy encantada tanto con el resultado como con el modo en que se trabaja este material.


También estoy satisfecha con la combinación de las telas, porque como creo que os comenté en el anterior post (os dejo el enlace por si os apetece verlo), el quilt está hecho con telas recicladas procedentes de otros trabajos; lo cual añade un grado más de complicación al trabajo.


Muchas veces pasa, que la tela que más te gusta, la que mejor te encaja tiene el inconveniente de no ser suficiente para poder terminar el bloque o la pieza que quieres hacer, lo cual me da una rabia increíble aunque por otro lado me obliga a ser más creativa, a buscar otros caminos, otras alternativas; lo que supone un reto que me gusta superar. Supongo que al final el dicho termina por cumplirse, y no hay mal que por bien no venga.


Y con esto voy concluyendo la entrada, que me alargo sin remedio. Espero que la entrada y el quilt os haya gustado. Hasta pronto y nos vemos en el próximo post. Feliz semana  todos.

martes, 16 de octubre de 2018

Rosa amarilla

Me parece mentira que la semana haya podido pasar tan rápido, y es que últimamente el tiempo para mí parece haber adquirido la velocidad de la luz, pero como dicen que no hay mal que por bien no venga, ya es martes y los martes es el día de la semana en el que suelo publicar mis entradas. 


Supongo que podría hacerlo cualquier otro día pero los martes son especiales para mí porque me recuerdan los tiempos en que empecé a tomar las primeras clases de patchwork, eran todos los martes por la tarde y me gustaban tanto que no falté ni un sólo día. 

Más tarde cuando comencé a publicar en el blog no tenía un día fijo y a veces me resultaba complicado compaginar el trabajo, la casa, la familia, el blog... en fin todas esas  obligaciones que llenan o "atiborran" según se mire nuestros días pero que os voy a contar que vosotros no sepáis. 


A final decidí que lo mejor sería, si no quería morir en el intento, buscar un día fijo de la semana en el cuál publicar, de este modo me organizo mucho mejor. Tomar esta determinación fue lo más complicado, escoger un día en concreto fue mucho más sencillo ¿A qué sabéis la respuesta? Pues claro, qué otro día podría ser: el martes.


Desde entonces todos los martes cuando me despierto un pensamiento alegre ilumina mis mañanas: hoy es martes, hoy toca publicar, y con esta ilusión me levanto, esperando impaciente, saber qué os ha parecido la nueva entrada.

Mucho me temo que éste va a ser un post de tamaño XXL porque llevo escritos cuatro párrafos y todavía no he dicho ni una sola palabra sobre el trabajo, que hoy os presento y que la semana pasada os adelanté, perdonad pero mucho me temo que se me ha ido el Santo al cielo


Seré breve a partir de ahora, como podéis ver, se trata de un quilt confeccionado con la técnica de la vidriera, comencé hacerlo el curso pasado cuando asistía a clases de patchwork, en el centro cultural de la zona donde vivo. No me emocionó mucho el proyecto, porque la verdad sea dicha, conocía la técnica y ya había hecho otro quilt de este tipo, os dejo el enlace por si queréis echar un ojo.


Pero mi hija se enamoró de esta rosa, rabiosamente amarilla, y no tuve más remedio que transformar lo que iba a ser un anodino tapete para una bandeja, en un pequeño quilt con el que decorar su habitación. 

De lo que me siento muy orgullosa es del acolchado. Está hecho totalmente a máquina y me ha quedado muy "parejito"; de momento no termino de cogerle el tranquilo a eso de acolchar a máquina, pero poco a poco. Y con esto me despido, si habéis sido capaces de llegar leyendo hasta aquí, un millón de gracias por vuestra infinita paciencia. Espero que lo hayáis disfrutado. Un beso enorme y nos vemos en el próximo post.

martes, 9 de octubre de 2018

Tope para puerta: esperando el frío

¡Feliz semana a todos!  El post de hoy está dedicado al último de los proyectos que hice en clases de patchwork. La verdad es que por alguna razón este proyecto se me atragantó y me ha costado mucho terminarlo; cuando alguna labor se me hace antipática me resulta muy complicado concluirla, supongo que será porque es difícil terminar aquello en lo que no pones tu alma, pero después de haberle dedicado tiempo y esfuerzo no quería que acabara olvidada en el fondo de un cajón. Por fortuna he conseguido concluir antes de que los fríos del invierno nos visiten.


Este tope para puerta o como se llame porque ahora mismo no se me ocurre otro nombre mejor, tiene forma de casita como podéis ver en las fotos. Es bastante grande y cubre perfectamente la entrada de mi casa; espero sinceramente, que sea útil para aislarnos del frío que se suele filtrar durante el invierno por debajo de la  puerta.


Como podéis ver en las fotos a este tope de puerta con forma de casita no le falta detalle, empezando por las cuatro chimeneas que adornan el tejado a dos aguas en color rojo oscuro. También me gusta el detalle de las vigas que decoran los extremos de las casitas y de la valla. Están hechos con pequeños trozos de bies negro aplicados con puntada escondida, el mismo bies que se suele usar para hacer las vidrieras; por cierto os adelanto que el post de la próxima semana está dedicado a este tema.


También apliqué  con puntada escondida las puertas, las ventanas, los maceteros y el árbol aunque he de confesaros que después de tanta aplicación me quedé un tanto escasa de paciencia y decidí sustituir los detalles bordados del proyecto original por botones decorativos. 


La verdad es que esta solución un tanto "tramposilla" ha quedado muy bien porque no me digáis que no he quedado bonito el árbol, al que he bautizado como el "Árbol del amor" por aquello de que a este árbol en vez de creerle hojas en las ramas le crecen corazones.


Bromas aparte espero que el post os haya gustado y que hayáis pasado un rato divertido. Me despido ya, hasta pronto y como siempre os digo nos vemos en la próxima entrada. Os deseo a todos felices proyectos.

martes, 2 de octubre de 2018

Regresamos al cole: bolsas spiderman

¡Hola a todos! Sin mucho preámbulo quiero dar comienzo al post de esta semana. Si os habéis fijado en el calendario el mes de septiembre acaba de terminar y los más peques de la familia hace varias semanas que regresaron al cole, después de un largo y feliz verano. 


Por qué os cuento todo esto os preguntaréis, porque hace apenas unas semanas le enseñé a una compañera de trabajo la bolsa para la compra que ya os mostré, de todos modos os dejo el enlace, por si os apetece echar un ojo al post.


A los pocos días la profesora de su hijo mayor les solicitó a todos los niños de la clase una bolsa de tela para poder guardar el estuche en el aula junto con otras cosas, a lo largo del curso escolar. Fue entonces cuando mi compañera me preguntó si era posible transformar la bolsa para la compra que yo le había enseñado hacía apenas unos días, en otra que le pudiese servir a su hijo para el cole.


La idea me pareció estupenda y además muy sencilla de llevar a cabo, apenas tuve que hacer dos pequeñas modificaciones. La primera fue eliminar del diseño el bolsito interior, puesto que nuestra "bolsa escolar" no lo necesitaba. La segunda fue acortar las asas para que poder colgarla del pupitre sin arrastrara por los suelos.


Como podéis ver en las fotos la tela exterior es espectacular. La escogió mi compañera y le costó mucho trabajo poder encontrarla aunque la búsqueda creo que ha merecido la pena, porque es muy bonita y tiene unos colores maravillosos. Para el forro eligió sin embargo una sencilla tela en color azul intenso, que combina muy bien con la tela principal pero sin restarle protagonismo.


Pero esta historia no acaba aquí, con los restos de estas preciosas telas se me ocurrió hacer una pequeña bolsa para la merienda. Consulté la idea con mi compañera que estuvo encantada, así el más pequeño de la familia también podría disfrutar de su propia bolsa de Spiderman, como su hermano mayor.


Solo me queda deciros que mi compañera ha quedado encantada con el resultado y deseo que los niños las disfruten mucho. Yo me lo he pasado en grande con la experiencia y espero haber sido capaz de hacer algo especial para ellos. Hasta pronto y nos vemos en la próxima entrada. Feliz semana a todos.